lunes, 29 de septiembre de 2008

EXPERIENCIA DE IRMA ROSITAS, PARROQUIA "EL ROSARIO", MONTERREY, N. L.


El carisma de Carmelitas del Sagrado Corazón ha significado para mí el culmen de la manifestación trinitaria de Dios. Esta manifestación se inició hace 3o años cuando descubrí a Jesús en mi corazón durante un curso. Tiempo después Dios se manifiestó en la presencia de vida y gozo del Espíritu quien me reveló que fue Él quien me dio a conocer a Jesús. Este amor de Dios me llevó a conocer el carisma de las Carmelitas del Sagrado Corazón revelado a Madre Luisita, manifestándose y haciéndose vida el amor del Padre Providente, bondadoso y misericordioso. Por eso digo que el carisma CSC significa el culmen de esta manifestación trinitaria.


Así fue que descubrí que la misión de los/as laicos/as CSC es ir a los excluidos, pobres, necesitados, marginados para llevar a la presencia de este Dios Padre, buscando el rostro de Jesús en cada uno de ellos y haciendoles experimentar al Padre providente, bondadoso y misericordioso. Este carisma y misión la he ido desarrollando poco a poco a través del compromiso que tengo como laica CSC voluntaria, viviendo con las hermanas en sus comunidades, quienes me han hecho sentir hija de Madre Luisita. En ellas he tenido el soporte de la oración, ejercicios espirituales, retiros, etc. que me permiten dar mayor testimonio a los demás.


Los rasgos del carisma CSC que han animado y modelado mi vida son: el amor del Padre y su presencia y testimonio en Madre Luisita y en sus hijas, pues al tener la gracia de vivir con ellas me descubrieron la alegría de vivir su carisma y darlo a los demás a través de mi testimonio de vida. Mi perspectiva como laica CSC es: A la luz del Espíritu de Dios ir a los pobres, excluidos, marginados, enfermos y necesitados para llevarles y hacer vida en ellos el amor del Padre que vive en el corazón de Jesús.

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